miércoles, 14 de julio de 2010

O "Cartafol de Néboas" xa é unha realidade


Por fin. Xa teño nas miñas mans o meu desexado libro de poemas.
Máis de medio cento de poemas sobre temas diversos que forman parte do meu propio cosmos sentimental. Un excelente prólogo de Xulio López Valcárcel, unha introducción miña chamada “Confesións dun traficante de versos”, e unha foto de Eduardo Touriñán. Todo isto conforma este “Cartafol de Néboas”, a primeira edición da Editorial Anosacosta.

A verdade é que foi un momento moi emotivo recibir os primeiros exemplares, despois de escribir, corrixir, e as probas editoriais. Agora só desexo que lles guste as personas que decidan viaxar o traverso das súas páxinas.

Quedan para setembro as datas de presentación do libro, pero xa se está comercializando a traverso da tenda virtual de http://www.anosacosta.com/. Tamén en breve chegará a un bó número de librarías. De todo o que vaia sucedendo irei deixando aquí constancia. E gracias anticipidas se decides mercar o libro.

sábado, 3 de julio de 2010

El espíritu misterioso de los templarios

La Iglesia templaria de Londres es un lugar mágico y de poder.





A través de Fleet Street, la antigua calle de los periodistas, se puede llegar a la Temple Church, accediendo mediante un portalón, que añade una pizca de misterio a la aventura de encontrar el lugar, para un turista que lleva varios quilómetros caminando por las calles de ls City.

Este templo era antaño, la sede los caballeros templarios de Londres. Fue construida a finales sel siglo XII. Es conocida por sus características y por precisamente albergar las efigies de caballeros de esta orden, como es el caso de los William Marshal(padre e hijo) o Geoffrey de Mandeville.
No es uno de los monumentos que destaque en las guías turísticas londinenses, y sólo en algunas se hace una pequeña mención. Su aparición en el film “El Código da Vinci” arrastró a muchos curiosos a sus instalaciones, entre ellos el que esto escribe.

La Temple Church sigue el modelo de la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, y aunque se encuentra semi-escondida entre calles causa una impresión muy llamativa desde el exterior. Es como una vuelta atrás en el tiempo.

Es posible que por haber leído algún libro y artículos sobre los templarios (una orden militar-religiosa consituida para proteger a los peregrinos en su camino a Jerusalén y Tierra Santa) haya tenido esa sensación de comodidad y paz en el interior de la iglesia. No lo sé a ciencia cierta, pero lo cierto es que notaba como si hubiera una fuerza telúrica, una zona de poder entre las tumbas templarias y las gárgolas.

Quizás mi subconsciente me hubiera preparado para tan hermosa aventura personal, pero desde entonces (verano de 2009) Temple Church es uno de mis lugares favoritos.